1. Conexiones
El mundo de la humanidad, afirma Eric Wolf en las primeras
páginas de su libro Europa y la gente sin historia (1982), consiste en una red
de procesos interconectados. Las conexiones son ecológicas, demográficas,
económicas y políticas. También están conectados el presente con el pasado a
través de los mismos procesos.
"En Nueva York se deja sentir la gripe que hay en Honk
Kong; a las vides de Europa las
destruye el piojo americano. (…) Los jamaiquinos emigran a Londres; los chinos
a Singapur. (…) Un cierre de pozos petroleros en el Golfo Pérsico hace parar
generadoras en Ohio; una balanza de pagos desfavorable a los Estados Unidos
lleva dólares del país a las cuentas bancarias en Francfort o Yokohama; en la
Unión Soviética se producen automóviles Fiat italianos; los japoneses
construyen en Sri Lanka un sistema hidroeléctrico. (…) Guerras libradas en
Europa producen reverberaciones en todo el planeta; tropas norteamericanas
intervienen en los bordes de Asia; soldados finlandeses patrullan la frontera
entre Israel y Egipto"
Wolf 1987 [1982],
Europa y la gente sin historia: 15.
Europa y la gente sin historia: 15.
Para entender la situación del mundo se necesita una visión
global e histórica de estos procesos. Sin embargo, la compartimentación de las
ciencias sociales (sociología, ciencia política, economía, antropología…) y su
desarrollo independiente han propiciado la pérdida de este enfoque holista, que
Wolf atribuye a la economía política.
2. Emergencia de las ciencias sociales
Primero fue la economía política y luego vinieron las
ciencias sociales. La economía política
"es un campo de estudio interesado en «la riqueza de
las naciones», la producción y distribución de riquezas dentro y entre
entidades políticas y las clases que las componen".
Wolf, Eric. 1987 [1982], Europa y la gente sin historia: 20.
A mediados del siglo XIX, según Wolf, la economía política
pierde su enfoque holístico, deja de ocuparse del estudio de la producción en
las sociedades como medio de abastecer a sus gobiernos y se orienta hacia el
estudio de cómo la demanda crea mercados. La ciencia política también deja de
interesarse en los aspectos sociales, económicos e ideológicos de la política,
para centrarse en el estudio de la toma de decisiones políticas. Paralelamente
surgen nuevas ciencias sociales como la sociología o la antropología, que van a
definir nuevos objetos de estudio: la sociedad y la cultura como entidades
autónomas e independientes.
"Fundamentando todas estas especialidades se halla el
concepto de un conjunto de individuos, vinculados en un contrato tendiente a
maximizar el orden social, a trocar y permutar en el mercado y a proporcionar
insumos para la formulación de las decisiones políticas".
Wolf, Eric. 1987 [1982], Europa y la gente sin historia: 24.
Lo que caracteriza a una sociedad, desde la nueva
perspectiva de la sociología, son las relaciones o vínculos que mantienen los
individuos entre sí, y que pueden ser abstraídos de los contextos económico,
político e ideológico. Pensar la sociedad como un conjunto de relaciones
sociales conduce a verla como un todo cohesionado, unitario y ordenado, es decir,
con una estructura interna. El orden social, desde esta perspectiva, está
relacionado con la cantidad y calidad de las relaciones que mantienen los
individuos. De acuerdo con este planteamiento, el Estado-nación es impulsado
por una dinámica social interna y puede ser considerado como agente de su
propia historia desconectado de las historias del resto de los Estados-nación.
Rápidamente la sociología dibujó dos tipos de sociedad: la
tradicional, formada por una trama de relaciones sociales densa y extensa,
basada en el consenso acerca de los valores (orden moral); y la moderna, en la
que las relaciones sociales estaban atomizadas, había disenso respecto a los
valores y el fundamento de las relaciones sociales era un ajuste racional de
intereses (orden técnico). Esta dicotomía se repite en diversos autores:
Tönnies
|
Comunidad
(Gemeinschaft) / sociedad
(Geselschaft)
|
Maine
|
Relaciones
sociales basadas en la posición/
relaciones sociales contractuales
|
Durkheim
|
Solidaridad
orgánica / solidaridad mecánica
|
Escuela
de Chicago
|
Sociedad
cohesionada / ciudad atomizada, heterogénea y desorganizaca
|
Redfield
|
Sociedad
popular / sociedad urbana
|
Si bien al principio la sociedad moderna se veía como causa
del desorden social, a medida que fue aumentando el tamaño de las sociedades y
su diferenciación interna, fue la sociedad tradicional, basada en la noción de
comunidad, la que pasó a ser considerada problemática, una rémora para el
progreso y la modernización. La teoría de la modernización, al amparo de la
cual se llevaron a cabo los programas de desarrollo en los años 50 y 60, acabó
consagrando esta visión del progreso social.
“Al igualar la tradición con el estancamiento y falta de
desarrollo, negó a las sociedades catalogadas como tradicionales el derecho a
tener su historia propia. Pero sobre todo, al dividir el mundo en sociedades
modernas, transicionales y tradicionales, impidió la comprensión eficaz de las relaciones entre ellas”.
Wolf, Eric. 1987 [1982], Europa y la gente sin historia: 27.
Por lo que respecta a la antropología, Wolf considera que el
trabajo de campo etnográfico ha sido un instrumento valioso para estudiar
actividades sociales y formas culturales. Sin embargo, la unidad de observación
pronto se convirtió en unidad de análisis y construcción teórica para la
antropología funcionalista, haciendo de la sociedad y la cultura entidades
independientes, integradas y ahistóricas. Ni la antropología ecológica, ni el
neoevolucionismo, ni la antropología cognitiva, ni la antropología simbólica
han sabido romper con esa lógica analítica. Tampoco la antropología comparada,
que ha seguido tratando los casos como unidades separadas, en las cuales
pensaba que podía hallar regularidades estadísticas.
Wolf no reniega de conceptos como "sociedad" y
"cultura". Para él la sociedad es un conjunto de conexiones
empíricamente verificables entre personas, y la cultura son formas que resultan
de la capacidad de simbolizar de la especie humana. Sin embargo, critica que la
cultura y la sociedad sean presentadas por la antropología como entidades
autónomas, autorreguladas y
auto-justificadas. Las poblaciones humanas nunca han vivido desconectadas.
Nunca ha habido pueblos "primitivos" prístinos como los buscados y
reificados por la antropología.
"Del mismo modo que los sociólogos van tras el fuego
fatuo del orden social y de la integración en un mundo de dislocaciones y
cambios, así también los antropólogos buscan réplicas prístinas del pasado
precapitalista y preindustrial en los sumideros y márgenes del mundo industrial
y capitalista. Lo cierto es que ni europeos ni norteamericanos habrían
encontrado jamás a estos supuestos porteadores de un pasado prístino, si no se
hubieran encontrado unos a otros, de un modo sangriento, cuando Europa extendió
el brazo para apoderarse de los recursos y poblaciones de otros continentes. De
ahí que se haya dicho, y con razón, que la antropología es hija del
imperialismo”.
Wolf, Eric. 1987 [1982], Europa y la gente sin historia: 33.
Wolf piensa que se necesita una nueva teoría antropológica
que deje de ver los casos etnográficos como entidades autónomas y
aisladas, reconozca la
universalidad del contacto entre las sociedades y estudie procesos históricos.
Además, propone examinar la manera en que las formas culturales (ordenaciones
de conductas e ideas para manejar las interacciones humanas) sirven para
regular las relaciones sociales entre poblaciones.
Según Wolf, para entender el mundo contemporáneo es
necesario:
- repasar la evolución del capitalismo y del mercado mundial,
- tener una teoría de ese crecimiento y del desarrollo,
- relacionar la historia y la teoría del desarrollo capitalistas con los cambios en las poblaciones locales.
Se deben combinar teoría e historia para ofrecer una
explicación de lo que les ocurre a
las poblaciones locales en esos procesos y el papel que a su vez han jugado en
ellos.
Zum Vergleich (Harun Farocki, 2009)
3. La teoría del sistema-mundo
Dos autores que han contribuido al desarrollo de una
historia teóricamente informada del mundo al que dio lugar el desarrollo del
capitalismo son André Gunder Frank e Immanuel Wallerstein.
Gunder Frank cuestionó la teoría de la modernización
aplicada al desarrollo económico. Para este economista, desarrollo y
subdesarrollo no son fenómenos separados, sino relacionados entre sí. El
capitalismo se expandió de la metrópolis a los satélites que dependían de ella,
utilizado estos últimos en su propio beneficio e impidiendo su desarrollo, o lo
que es lo mismo, ocasionando su subdesarrollo. Esta misma relación de
explotación se reprodujo dentro de los propios satélites: las clases y regiones
más en contacto con la metrópolis se hacían con los excedentes que no tomaba la
metrópolis en su propio beneficio.
Para Wallerstein, la economía mundial europea se originó a
finales del siglo XV y principios del XVI creando un mercado y una división del
trabajo mundiales. Los individuos, empresas y regiones producen mercancías que
ofrecen al mercado para obtener algún beneficio. La búsqueda del beneficio
orienta la producción y la especialización de la misma. Esto da lugar a una
división del trabajo entre aquellos que producen las mercancías (proletarios) y
los que ponen el capital para la producción (burgueses). La expansión y
crecimiento del mercado junto con la consiguiente división del trabajo mundial
hace que las naciones se dividan en centrales (metrópolis) y periféricas
(satélites). Ambas están conectadas a través de una relación desigual, ya que
las primeras producen mercancías con capital intensivo y trabajo muy
cualificado, con altos salarios, que genera altos beneficios, mientras que la
periferia produce mercancías y extraen materias primas con trabajo intensivo,
poco cualificado, bajos salarios y poco capital. En el centro las mercancías
son producidas mediante trabajo libre, mientras que en la periferia la
producción se lleva a cabo mediante trabajo forzado. Wallerstein trató de
explicar estas diferencias fundamentalmente apelando a razones demográficas. La
mayor densidad de población del centro incrementó la competitividad entre los
trabajadores y su adaptación dócil al mercado, mientras que la baja densidad de
población de la periferia favoreció la coerción en el trabajo.
Gunder Frank y Wallerstein intentaron ofrecer una teoría del
sistema-mundo. Su objetivo era mostrar cómo el centro había terminado explotando a la periferia. Pero en su
análisis no consideraron la diversidad de las poblaciones de la periferia y sus
modos de existencia (producción) antes de la expansión europea y del
capitalismo. En consecuencia, no llegaron a analizar cómo esos modos fueron
absorbidos y transformados por el capitalismo, primero mediante el mercado y
luego mediante el capitalismo industrial.
4. Modos de producción
Wolf utiliza el concepto de "producción" en el
mismo sentido que Marx, quien
"adoptó el término producción para designar este
conjunto complejo de relaciones mutuamente dependientes entre naturaleza,
trabajo, trabajo social y organización social".
Wolf, Eric. 1987 [1982], Europa y la gente sin historia: 99.
Wolf considera que el concepto de producción de Marx no es
sólo económico, sino también ecológico, social, político y psicológico-social.
El ser humano forma parte de la naturaleza, pero a la vez está inmerso en redes
sociales. A través del trabajo la humanidad adapta y transforma la naturaleza.
Pero el trabajo es un fenómeno social, una actividad realizada por individuos
que están conectados entre sí dentro de una sociedad. En esta red hay grupos de
individuos que actúan como productores y otros como consumidores. Lo que los
vincula es el intercambio de trabajo. En las sociedades capitalistas el dinero
homogeneiza y facilita estos intercambios a través de los mercados. Pero los
intercambios de trabajo no se han realizado de esta manera en otro tipo de
sociedades. Por ejemplo, en las sociedades de cazadores recolectores no
existían ni el dinero ni los mercados, pero sus miembros intercambiaban los
productos obtenidos de su trabajo a través de normas consuetudinarias.
"El concepto de trabajo social permite conceptualizar
las formas en que los humanos organizan su producción. Cada gran forma de
hacerlo constituye un modo de producción —un conjunto concreto, que ocurre
históricamente, de relaciones sociales mediante las cuales se despliega trabajo
para exprimir energía de la naturaleza por medio de utensilios, destrezas,
organización y conocimiento".
Wolf, Eric. 1987 [1982], Europa y la gente sin historia: 100.
Wolf analiza tres modos de producción:
- el modo capitalista
- el modo tributario
- el modo basado en el parentesco
La característica más significativa del modo de producción
capitalista es que los ricos utilizan el capital para controlar los medios de
producción (tecnología, factorías, etc.) y separarlos de los trabajadores que
producen las mercancías. De esta manera los trabajadores deben vender su
trabajo en el mercado. Los capitalistas pueden obligar así a los trabajadores a
producir excedentes. El fin último del capitalismo es la acumulación creciente
de capital, mediante la explotación de los trabajadores y la continua
reorganización del trabajo y la mejora técnica de los procesos de producción.
El resultado de este modo de producción es la división de la sociedad en clases
sociales.
El modo de producción tributario, que puede observarse en el
mundo de 1400, es distinto. En esa época
"las grandes regiones agrícolas (…) estaban en manos de
Estados basados en la extracción de excedentes por gobernantes políticos o
militares, producidos por productores primarios. Tales estados representan un
modo de producción en el cual al productor primario, sea cultivador o pastor,
se le da acceso a los medios de producción, a la vez que , por medios políticos
o militares, se le saca un tributo".
Wolf, Eric. 1987 [1982], Europa y la gente sin historia: 104-5.
Los sistemas tributarios no dan lugar a un mercado de
trabajo porque los trabajadores tienen acceso a los medios de producción. Los
campesinos cultivan sus propias tierras con sus propias herramientas, pero son
obligados a pagar impuestos y tributos. Continúa siendo un sistema de explotación,
pero diferente al capitalismo. Algunos sistemas tributarios son Estados
poderosos y centralizados, pero también hay otros mucho más fragmentarios y
débiles. En esta categoría se incluirían el "modo feudal de
producción" y el "modo asiático de producción" de los que habla
Marx.
Por último, está el modo de producción basado en el
parentesco. En este sistema, como indica su nombre, es el parentesco el
criterio utilizado para establecer derechos y vínculos laborales entre los
individuos. No hay ni capital ni tributos. La principal diferencia en este modo
de producción estriba en que los recursos se distribuyan de manera general
entre toda la población o estén restringidos a los miembros de un grupo de
parentesco. En el primer caso se forman bandas, caracterizadas por la movilidad
social y la ausencia de autoridades políticas. Cuando los recursos son
propiedad de un grupo de parentesco los derechos sobre los recursos naturales y el trabajo
social pueden transmitirse de una generación a otra. Dentro de los grupos de
parentesco puede haber diferencias entre los distintos grupos sociales (linajes
y sublinajes, grupos de edad, familias, etc.), pero hay límites a las
desigualdades permitidas que, cuando se alcanzan, provocan el cuestionamiento
de las ambiciones de un líder, fisiones entre grupos y la reorganización en los
vínculos. Cuando se sobrepasan esos límites se produce una transformación del
modo de producción basado en el parentesco a un sistema tributario. Esto
ocurre, según Wolf, cuando un líder ambicioso decide atacar a grupos vecinos o
comerciar con extranjeros. El contacto de grupos basados en el parentesco con
sociedades tributarias o capitalistas favoreció estas transformaciones.
"Esto explica por qué los jefes han resultado
colaboradores excelentísimos de
traficantes de pieles y de tratantes de esclavos en dos continentes. Su
conexión con los europeos ofrecía a los jefes acceso a armas y artículos
valiosos y a un séquito fuera del parentesco y no estorbado por él".
Wolf, Eric. 1987 [1982], Europa y la gente sin historia: 125.
5. Una historia común
Para Wolf, el concepto de "periferia" de
Wallerstein continúa ocultando una realidad compleja, como antes lo había hecho
el de "sociedad tradicional". Piensa que es necesario describir los
procesos generales el desarrollo mercantil y capitalista, viendo los efectos
que tuvieron sobre las micropoblaciones estudiadas tradicionalmente por la
antropología. Esto es lo que hace en su libro Europa y los pueblos sin historia
(1982).
Primero estudia el mundo en 1400, antes de la dominación
europea. Luego analiza dos modos de producción previos al capitalismo.
Seguidamente examina la evolución de la expansión mercantil europea. Este
análisis le lleva a estudiar los siguientes procesos históricos: la búsqueda de
la plata americana; el tráfico de pieles y esclavos; y la búsqueda de nuevas
fuentes de riqueza en Asia. Por último, sigue la transición del capitalismo en
el curso de la Revolución industrial y sus repercusiones sobre las regiones del
mundo que proporcionan recursos a los centros industriales, esboza la formación
de las clases trabajadoras y sus migraciones, en y entre continentes. En su
exposición, todos los pueblos, incluidos aquellos a los que el capitalismo a
negado una historia, aparecen como partícipes de una misma historia, la del
desarrollo capitalista mundial.
Moeder Dao, de schildpadgelijkende (Vincent Monnikendam, 1995)
6. Referencias
Lectura obligatoria
- Wolf, Eric R. 1987 [1982]. Europa y la gente sin historia. México, DF: Fondo de Cultura Económica.
Lecturas complementarias
- Schneider, Jane. 1995. "Introduction: The analytic strategies of Eric R. Wolf", 3-30. En Schneider, Jane y Rayna Rapp (eds.), Articulating hidden histories. Exploring the influence of Eric R. Wolf. University of California Press.
Películas
- A Kalahari family (John Marshall, 2003)
- Garbage Dreams (Mai Iskander, 2009)
- Genèse d'un Repas (Luc Moullet,1978)
- Google Baby (Zippi Brand Frank, 2009)
- Moeder Dao, de schildpadgelijkende (Vincent Monnikendam, 1995)
- Zum Vergleich (Harun Farocki, 2009)
Lecturas recomendadas
- Wolf, Eric R. 1982 [1966]. Los campesinos. Barcelona: Labor.
- Wolf, Eric. R. 1979 [1969]. Las luchas campesinas del siglo XX. México, D.F.: Siglo XXI.
- Wolf, Eric R. 2001 [1988]. Figurar el poder: Ideologías de dominación y crisis. México, DF: Ciesas.
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.